viernes, 12 de abril de 2013

Dos experiencias de Ecoinnovación: el turismo "slow" y el "carpooling"

La Ecoinnovación o innovación ambiental es una variante de la innovación responsable desde una dimensión de contribución a la lucha contra el cambio climático. Desde este punto de vista estaría integrada por cualquier tipo de innovación, tanto en términos de productos como de procesos, que contribuya al desarrollo sostenible, reduciendo el impacto medio ambiental y optimizando el uso de los recursos.

El Observatorio de la Ecoinnovación la define como:

"... la introducción de un producto nuevo o mejorado significativamente (producto o servicio), un proceso, un cambio organizacional o una solución de marketing que reduzca el uso de los recursos naturales (incluyendo materiales, energía, agua y tierra) y disminuya la emisión de sustancias nocivas a través del ciclo de la vida".

Esta institución dependiente de la Comisión Europea acaba de publicar su informe anual correspondiente al año 2012 (www.eco-innovation.eu/images/stories/Reports/EIO_Annual_Report_2012.pdf). En el mismo se pone de manifiesto que la Ecoinnovación puede jugar un papel determinante en la creación de negocios más competitivos y sociedades más eficientes.

A lo largo del documento se destacan algunas experiencias de innovación que sirven como ejemplo de lo que serían buenas prácticas en esta materia: reciclado de fibra de carbono, agricultura vertical, sistemas de riego inteligencia, uso de la luz natural en edificios…

A continuación se resumen dos de las experiencias que nos parecen más interesantes.

TURISMO “SLOW”

¿Nunca ha sido atropellado por un turista peligrosamente armado con su cámara/teléfono de fotos? Muchos turistas, más que disfrutar y deleitarse con las maravillas que ofrece la Vieja Europea, parece que participan en algún tipo de carrera de obstáculos donde se obtiene algún importante premio para aquel que consiga visitar más cosas en menos tiempo. El Turismo “Slow” consiste en una nueva filosofía de viaje cuyo objetivo es sustituir cantidad por calidad en los viajes. Esto incluye permanecer más tiempo en la localidad que se visita, disfrutando de la comida local, la cultura y el medio ambiente. Este tipo de turismo “slow” comprende actividades de ocio como senderismo, ciclismo, equitación, piragüismo… Debido a la reducción de las actividades y su enfoque local, el “turismo lento” puede proporcionar beneficios a largo plazo para las comunidades locales y, por supuesto, para los turistas y su calidad de vida. Debido a que la atención no se centra en viajar lejos y rápido, puede contribuir de manera notable a reducir los impactos ambientales del turismo.


COMPARTIR COCHE PROPIO

La segunda propuesta iniciativa es de consumo colaborativo, en concreto de “carpooling” o viaje en coche compartido. Esta práctica reduce la la congestión de tránsito en las grandes ciudades, a la vez que facilita los desplazamientos a personas que no dispongan de coche propio.

En este sentido, el Observatorio de la Ecoinnovación destaca la propuesta de Tamyca (www.tamyca.de), una plataforma de Internet donde los propietarios de vehículos privados y usuarios de automóviles pueden reunirse con el fin de utilizar los coches de manera más eficiente. Las ventajas son considerables: favorecer las relaciones sociales, disminución de emisiones de CO2, etc.

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